Desde antiguo y mucho más desde que la crítica teórica izquierdista integra partes del psicoanálisis, de la psicología y de la psiquiatría, se sabe que suelen existir tendencias autoritarias y dependencias psicológicas hacia el poder más o menos desarrolladas entre las fuerzas represivas. Es tal la brutalidad creciente de las múltiples policías en todo el mundo para contener los efectos sociales de la desestructuración del capitalismo mundial, que sus departamentos de propaganda e imagen gastan sumas inmensas en campañas mentirosas, especialmente en la televisión. (boltxe.info)
«Tres días en Errenteria», de Borroka Garaia (BorrokaGaraiaDa)
El conflicto político ha causado y causa mucho sufrimiento. Euskal Herria tiene derecho a la libertad y acabar de una vez con el sufrimiento. Y mientras la opresión nacional y social exista, verdaderos orígenes del conflicto y violencia estructural, serán intereses irreconciliables con la paz y la justicia. Acabar con esa opresión es el único camino.
«Los otros 113 muertos de la era Suárez», de Ramón SOLA (Gara)
La recogida de firmas para que la estación de autobuses de Gasteiz reconozca a las víctimas del 3 de Marzo pone el foco en la violencia policial y parapolicial tan frecuente en aquellos años y tan obviada en los panegíricos que han seguido a la muerte de Suárez. Pero los datos son muy elocuentes. La fundación Euskal Memoria ha documentado en su investigación sobre «las otras víctimas» hasta 113 fallecidos desde el 3 de julio de 1976 hasta el 29 de enero de 1981; es decir, en los cuatro años y medio en que dirigió el Gobierno español.