[De Marco Teruggi] La conclusión del resultado es que la derecha no tiene correlación de fuerzas -ni parece en condición de construirla- dentro de Venezuela para sacar al gobierno por la fuerza. Peor aún: lo que anunciaban como una victoria segura en cualquier escenario electoral tampoco lo es. Resulta difícil saber quiénes ganarán las elecciones a gobernadores que tendrán lugar en octubre. Los cantos de triunfo que ya anunciaba la derecha no son tales. La derrota tiene efecto dominó.
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Para prever la hipótesis de la intervención militar resulta necesario quitarse la imagen de un desembarco de soldados mascando chicle, con el escudo norteamericano en la frente. No regalarán la evidencia de la acción: así ha sido planteada esta guerra en cada uno de sus frentes. Parece más certero buscar en formas subterráneas, acciones desencadenantes como escusas, ataques desde otras fronteras con Venezuela, con otras identidades. Ahí entra por ejemplo la conexión con el intento de desarrollo de un brazo armado que podría tomar nombre, dirigencia pública, y desplegarse con poder de fuego en algunas zonas. La táctica iría en función del desarrollo de esa estructura, su capacidad o no de avanzar y construir poder. Por ahora es incipiente. (lahaine.org)