![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsxXqXSHhktbkXpdmfYFU5eqxOu-aUacove3TNdFrK_hNMmRwB9tfEvvivjaiBA0UPaBCufV10F7qnw8ZI1BUNQLjJ6o95xd7iHzhF1mn2AhqXNfsGPE0LLwy_Gfk2qDGltJp8zw/s200/EH-ikurrina-27.jpg)
Después llegaron los años y las décadas del olvido y del silencio. También de la vergüenza, de la falta de auto-estima y de la pérdida de razones. No se recordaba ya a nuestro ejército, a sus caídos, a sus motivaciones. «Al gudari que murió, tres veces en Artxanda le canto sin rimas y perdido; hace veinticinco años que descansas, en la cima del olvido...», así empezaba un poema escrito por Txabi Etxebarrieta. (BorrokaGaraiaDa)