[De Rodrigo Lanza] Creo en muchas cosas y un par de ellas siempre han sido que la autodefensa antifascista es la lucha más legítima que hay, y que un Estado que promueve el fascismo, el racismo, la homofobia y un largo etcétera atacará despiadadamente a quien se defienda.
Después de ser insultado racistamente, atacado por la espalda por un hombre con un cuchillo en la mano y tras un trágico desenlace, la maquinaria se pone en marcha, el Estado se hace fuerte y sabe que una mentira contada mil veces se convierte en verdad, al menos para la mayoría que necesitan. El atacante se convierte en atacado, se inventan una excusa ridícula del ataque (los tirantes) que ni siquiera aparecen en la investigación policial, el cuchillo desaparece e intentan ocultar vinculaciones fascistas y racistas. Tiran de su mejor arma: el patriotismo. (lahaine.org)