Aunque la VIII Cumbre de las Américas fue controvertida por los múltiples casos de corrupción que apuntan a un sector de la clase política latinoamericana y francamente disminuida en su impacto internacional dada la ausencia del presidente Donald Trump y otra decena de jefes de Estado, sirvió de plataforma para intentar moldear un conjunto de agresiones contra Venezuela en el corto plazo con el objetivo de perturbar las elecciones presidenciales del 20 de mayo. (
Misión Verdad)