[De Fernando Arias Fernández] En el 2016 o quizá antes, desde Miami volvieron a escucharse amenazas de guerra contra Nicaragua, cuando las calles de las ciudades de esa nación eran ejemplo regional de seguridad, paz y prosperidad, donde un pueblo muy laborioso y pacífico mostraba orgulloso los avances socioeconómicos de los últimos años de gobierno sandinista, que había logrado la concordia nacional después de los peores experimentos bélicos de EE. UU. en Centroamérica.
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Nicaragua ha vuelto al epicentro de la maquinaria guerrerista de EE. UU. de la mano de los congresistas anticubanos, otros mafiosos y veteranos halcones. Washington trata de reeditar su estrategia a costa de más muertos y destrucción en las calles de Nicaragua. (CubaDebate)