[De Borroka Garaia] El concepto de soberanía nacional jamas puede ser concebido en términos de «foralidad» o viceversa. La soberanía nacional es inalienable, innegociable, imprescriptible, nunca jamás producto de un pacto, u otorgamiento, puesto que es propia y no derivada, afirmar que es producto de una transacción significa aniquilar a la nación misma como sujeto soberano, pues cualquier soberanía seria otorgada, regalada o concedida por otro, es decir, realmente por el verdadero soberano (un ente distinto y por supuesto ajeno), en definitiva tal «nación» sería el país de los lacayos. Y eso es la comunidad autónoma vascongada y la navarra con su estatuto y su clase dirigente burguesa subsidiaria de la oligarquía española, lleve txapela o no, opuesta a los intereses de soberanía por cuestión de clase y por tanto contrarios a los de la clase trabajadora vasca que no quiera ser lacaya.
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Tanto ayer como hoy el enemigo más difícil de la independencia vasca no es el imperialismo clásico español o francés de toda la vida, sino el autonomismo foral de la clase dominante vasca, se pinte como se pinte, que solo podrá ser superado cuando esa clase quede relegada. Y solo queda otra clase aparte. No será por falta de pistas. (BorrokaGaraiaDa)