[De Hugo Moldiz Mercado] Empero, lejos de representar fortaleza, estas acciones externas contra el proceso de cambio en Bolivia más bien ponen en evidencia la profunda debilidad de la oposición interna, que pretende ganar desde fuera del país lo que no ha podido todavía ganar desde dentro.
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Pues bien, Bolivia no es la excepción. Desde razones ideológicas hasta factores geopolíticos, Estados Unidos requiere acabar con los gobiernos de países donde se llevan adelante revoluciones en las condiciones del siglo XXI. De los gobiernos progresistas ya se hizo cargo casi de todos, solo le quedan Uruguay y El Salvador. Y Bolivia, reiteramos no es la excepción.
Contra el proceso de cambio boliviano, encabezado por el líder indígena Evo Morales, se han desarrollado desde el principio todas las acciones de desestabilización oligárquica e imperial. (Cuba Debate)