[De Borroka Garaia] Pensar por sí mismo, no aceptar discurso alguno por muchos adeptos que tenga, porque el principio de las mayorías jamás ha sido un argumento de racionalidad. Atreverse a ello, exige una fuerte dosis de valentía y de coraje; porque todo, absolutamente todo está y debe de estar sujeto a crítica; y se constituye en el acto primegenio de toda real subversión.
Argala fue un anti-lider, nunca hizo fuerza fáctica del liderazgo que ostentaba. Recogiendo el legado de la V a hombros de los Etxebarrieta y compañía, el líder inmortal comunista abertzale de 29 años con el objetivo irrenunciable de la futura revolución socialista vasca que está por llegar para el pueblo trabajador vasco. (BorrokaGaraiaDa)