[De Pablo Hasél] Hay quienes hablan de VOX como si fuera una novedad, como si la ultraderecha no llevara controlando los pilares del Estado desde el 39. Como si con gobierno del PSOE se respetaran todos los derechos y libertades democráticas que el fascismo arrasó y que aún no hemos recuperado, como si no nos encarcelaran por defender lo más básico. Como si el PSOE no hubiera practicado el peor terrorismo de Estado desde los cuerpos represivos oficiales y el añadido de los GAL que financiaron y armaron para asesinar antifascistas.
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Explicaba Dimitrov que el fascismo es la ofensiva terrorista contra la clase obrera y que en un futuro, el fascismo necesitaría una falsificación del parlamentarismo, es decir, no tener un partido único sino muchos diversos que en el fondo sirvieran a los mismos intereses, para perpetuarse y engañar mejor a las masas.
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VOX le interesa al régimen para blanquear al resto de partidos, para que parezca que el PSOE es el mal menor a su lado, o el PP, que, como ha dicho Pablo Iglesias, «son moderados y no reaccionarios como VOX». (lahaine.org)