[De Dabid Soto Aldaz, militante internacionalista] Pretender que la calle esté en silencio para dejar gestionar en una dirección que se aleja de las aspiraciones de algunos movimientos populares es simplemente inaceptable. Y es aquí donde cabe hacerse una pregunta imprescindible en relación al gaztetxe Maravillas. ¿Son reales los avances, no las declaraciones, que ha experimentado la histórica reivindicación de espacios juveniles autogestionados en Iruñea? (
BorrokaGaraiaDa)