[Organizaciones comunistas en el Estado español] Más vale no hacerse ilusiones. El escenario electoral repleto de actores, tan enfrentados y aparentemente tan diferentes, se erige una vez más para ocultar una misma y dramática verdad. Ninguno de los partidos del Parlamento tiene propuesta alguna capaz de cambiar las condiciones de vida y de trabajo de la cada vez más inmensa clase obrera, para la que nunca acabó la crisis y sobre la que pretenden descargar, nuevamente, las consecuencias de un nuevo estallido.
Todos saben que está a la vuelta de la esquina, pero de eso – tampoco – nadie habla. La crisis rompió en pedazos el espejismo reformista de «mejoras» o de «bienestar» sin tocar el núcleo duro de la estructura de poder. Y para hablar mínimamente en serio de soluciones habría que decir alto y claro que el gran capital europeo, para intentar salvar sus bancos y sus multinacionales del naufragio, además de los rescates con dinero público, nos ha impuesto la camisa de fuerza del Déficit y del pago de una Deuda construida, precisamente, por esos rescates. Y sobre todo, porque si se hablara claro, la gente entendería y exigiría actuar en consecuencia, y no están dispuestos. El vergonzoso ejemplo de la «nueva izquierda» – Syriza – en Grecia o el más cercano del «cambio» de Pedro Sánchez apoyado por Unidos Podemos, nos ahorra más argumentos. (revistalacomuna.com)