[De Jesús Valencia e Cármen Arnaut] Acaba de morir Manuel Zimarro. Sevillano y rojo, fue solidario sin remilgos con la causa de Euskal Herria; sólo un internacionalista consciente y comprometido podía actuar de aquella manera. Tuvo muchos amigos entre nosotros. Los presos y sus familiares lo recordaban con frecuencia dejando entrever el reconocimiento que les merecía.
Cuando parece que lo políticamente correcto es despojar a nuestros presos de su condición de gudaris, Zimarro se la reconoció siempre; cuando una absurda higiene democrática pide alejarse de los familiares de los presos, él se enorgullecía de ser su amigo; cuando se nos trata como chusma apestosa, el solía viajar a nuestra tierra para dejarse contaminar de la dignidad que encontraba en nuestro pueblo. Eran las arraigadas convicciones de un militante internacionalista y revolucionario.
(resumenlatinoamericano.org)