[De Enrique Ubieta Gómez] Nuestra América vive días intensos. No hay motivo, ni tiempo, para el desaliento. Los pueblos del continente han abierto las grandes alamedas de su emancipación, y el imperialismo no puede cerrarlas. Bolívar, Martí, Sandino, señalaron el camino de la unidad. «¿Hasta cuándo vamos a permanecer en el letargo? –preguntaba Fidel en 1959, durante su visita a Caracas– ¿Hasta cuándo vamos a ser piezas indefensas de un continente a quien su libertador lo concibió como algo más digno, más grande? ¿Hasta cuándo los latinoamericanos vamos a estar viviendo en esta atmósfera mezquina y ridícula? ¿Hasta cuándo vamos a permanecer divididos?». (
Granma)