[De Néstor Kohan] Nuestra época, posterior a la crisis del 2008, es la del neocolonialismo imperialista. Las cadenas de formación de valor se desglosan, tercerizan y globalizan mientras la producción capitalista -manteniendo el control de las empresas y estados centrales- se relocaliza en sus unidades productivas desplazándose y amplificándose hacia el Sur Global. Se intensifica la superexplotación de la fuerza de trabajo (mayormente feminizada y precarizada). La búsqueda voraz y desbordada de los recursos naturales del Tercer Mundo se torna fundamental y vital para diminuir el valor del capital constante y contrarrestar la caída de la tasa de ganancia en plena crisis capitalista mundial.
[…]
Los pueblos de Bolivia tienen abrumadora tradición de lucha. ¿Quién dijo que todo está perdido? (lahaine.org)