[De Carlos Aznárez] Hay un sujeto del ámbito judicial y represivo español que permanentemente flota como el corcho, a pesar de tener múltiples antecedentes ligados a la persecución de militantes populares en el País Vasco, en Catalunya y en el resto de la península ibérica, amen de chanchullos varios delitos de prevaricación y cohecho.
Baltasar Garzón, de él se trata, tiene la extraña virtud de hacerse un lugar en cada foro, conferencia o asamblea por los Derechos Humanos que se realiza en el mundo, y casi siempre llega invitado o apadrinado por personalidades del progresismo o cierta izquierda despistada. (resumenlatinoamericano.org)