En el accidente murieron 1127 personas y unas 3000 fueron heridas. Todos eran trabajadores en condiciones de semi-esclavitud, ganando apenas 25€ al mes por coser ropa para marcas occidentales como Primark, El Corte Inglés o Inditex. Tras estos 7 años, ninguna de las empresas implicadas ha pagado ni un solo euro a las víctimas ni se han depurado responsabilidades.
El peor accidente en la historia de la industria textil puso temporalmente en el punto de mira a un sector marcado por la explotación laboral y la falta de seguridad. / Ver: insurgente.org