[De MpA] Este confinamiento, entre otras muchas cosas, se ha convertido en una prisión atenuada, sobre todo para la gente con menos recursos. No es lo mismo vivir en un piso de 50 m2 que en un chalet; no es lo mismo tener un colchón de dinero para pasar el confinamiento que vivir en una incertidumbre constante. De todas maneras, lo que está claro es que esta situación crea frustraciones, y que el sistema no es capaz para hacer frente a la pandemia de una manera adecuada, ni a la hora de tratar a lxs enfermxs, ni a la hora de tratar a la gente que goza de buena salud.
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No hay duda de que la policía es el ejército urbano del sistema y que su función es, especialmente ahora, disciplinar al pueblo y educarlo en la obediencia y la sumisión, para mantener al «rebaño» formal y reunido en el redil ante el choque social que se va a producir en los próximos años. / Ver: amnistiAskatasuna 1 e 2