Según varios organismos de derechos humanos, cada año pasan por México cerca de 400 mil migrantes centroamericanos rumbo a Estados Unidos. En el camino son víctimas de secuestro, extorsión, violencia y muerte no sólo del crimen organizado, sino de las autoridades migratorias de México, que los entregan a grupos criminales. Ante la infamia se erigen Las Patronas que nos demuestran que no todo está perdido.
«Las Patronas: 21 años combatiendo el prejuicio con arroz y frijoles»
Un acontecimiento luminoso dentro de la negrura de las malas noticias es el estreno del documental Llévate mis amores, dirigido por tres chavos –todos menores de 30 años– que querían reactivar una radio comunitaria en Paso del Macho, Veracruz, y se quedaron impactados ante Las Patronas: Arturo González Villaseñor, entonces de 25 años; Antonio Mecalco, fotógrafo también de 25, e Indira Cato, la productora de 20 años que entregó seis años de su vida al proyecto. Consiguieron una maravillosa editora, Lucrecia Gutiérrez Mopomé, la única mayor, de 50 años. Ya había reportajes televisivos sobre La Bestia y los migrantes, pero ellos decidieron centrarse en el trabajo de Las Patronas e hicieron la película con un equipo prestado. / Ver: La Jornada via BorrokaGaraiaDa