[De Raúl Antonio Capote] La cifra de barcos sancionados sigue creciendo, a lo que hay que sumar que las compañías navieras propietarias de buques tanqueros exigen 12 millones de dólares por el traslado del crudo venezolano a otros países, incluida Cuba, cifra que representa el triple de lo que pagaba Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) antes del recrudecimiento del bloqueo estadounidense.
La guerra económica contra la Isla indómita continúa, siguiendo el fariseo recurso de culpar a la víctima. Como bien dice su precepto de guerra no convencional, se debe tratar de «lograr el extraño resultado de que la víctima no solo no se queje, sino que termine culpándose a sí misma de su desgracia y aplaudiendo al verdugo».
La intención yanqui es clara y tan antigua como sus deseos de poner de rodillas a los cubanos, apagar nuestros hogares, inmovilizarnos, aquietarnos y someternos. (Granma)