[De Carlos Aznárez] Ahora, a tres años de su ausencia física, su legado revolucionario nos sigue iluminando en un momento muy difícil para el continente y el mundo. Pero estas nuevas insurgencias que van despertándose entre nuestros pueblos son la señal que él no se equivocaba cuando vaticinaba que más allá de su brutalidad y ambición descontrolada, el imperialismo se derrumbará en este siglo.
Volver a Fidel es seguir imaginando una Revolución socialista como la que él supo construir para demostrarnos que el camino está trazado. Lo que falta, cantaría Daniel Viglietti, es caminar. (Resumen Latinoamericano)