En la repartición de corotos después de romper con mi ex, yo salí ganando. Me quedé con Kortatu. Un trébol del rock radical vasco, con mi misma edad, hoy treinta años. Y aunque sus integrantes son más que esta agrupación, fue a través de ellos que (re)conocí la lucha por la autonomía del País Vasco.
Cuando conversé con Fermín Muguruza, una anécdota confirmó mi «automática» simpatía. En México, un periodista le preguntó por qué ellos (los vascos) no querían ser españoles. Él apretó el gatillo: «Tú, qué me estás contando, si hace doscientos años ustedes tampoco quisieron serlo. Si alguien debiera sentir empatía por la independencia nuestra, es el latinoamericano». Y así es. / Texto de Indira Carpio para albaciudad.org / Ver: pakitoarriaran.org