[De Borroka Garaia] Cuando el proceso de liberación nacional y social vasco iba entrando en un bucle descendente y una nueva fase (que es la actual) de repliegue (la anterior fue en la era franquista antes del surgimiento del hoy extinto MLNV), el mundo entraba en una ofensiva capitalista espantosa que llegaría a denominarse crisis. Queda dilucidar para los y las historiadoras del futuro si en el lugar de toda Europa donde el socialismo revolucionario y un proyecto de ruptura abertzale tenía la mayor fuerza, aun pese a su situación de extremo cerco, fuera una mera coincidencia y casualidad temporal que la coyuntura propicia para sus fines fuera al mismo tiempo la fase de despolitización y desradicalización que ha llevado a que el proceso de liberación nacional y social vasco hoy se encuentre como está.
A 2018 esa crisis capitalista no está resuelta (las «crisis» no se resuelven), sino que dentro de la lógica del capital son elementos acumulables. De esta manera, la situación de los pueblos trabajadores del mundo se ha visto deteriorada en beneficio de la clase burguesa y en los años que nos aguardan no será otra la tónica general la que nos espera. En ese contexto las enseñanzas que nos ha dejado nuestro entorno cercano europeo como Grecia, Catalunya, Islandia, el estado español o el francés entre otros cobran una importancia vital. En primer lugar porque en todos esos procesos de lucha se han dado exactamente los mismos bloqueos aun expresados de forma diferente según sus propias coyunturas, en ninguno de ellos se ha conseguido ninguna victoria (es decir, ningún avance material real), en algunos ha ocurrido todo lo contrario, los avances finalmente los acaba dando la reacción, y se podría decir que existen elementos comunes que lo explican. Y que de su estudio, junto a consideraciones internas del caso vasco, se pueden sacar las conclusiones necesarias que puedan ayudar a cambiar la fase actual de repliegue por una nueva ofensiva revolucionaria en Euskal Herria.
Las enseñanzas europeas para Euskal Herria son brutales. Los casos de Grecia e Islandia pueden que sean los que con más crudeza realista lo expliquen. (BorrokaGaraiaDa)