La oligarquía planteó el combate definitivo entre dos sistemas: el capitalismo y el Socialismo. Ya no hay lugar para ambigüedades, para «grandes acuerdos nacionales», como el que, con astucia, plantea una fracción de la oligarquía. Ahora, en estos tiempos de enfrentamientos definitivos, cualquier vacilación es derrota. (BorrokaGaraiaDa)
«La paz es buena para todos», de Borroka Garaia (BorrokaGaraiaDa)
Euskal Herria no es diferente y el conflicto político y violento que vivimos tiene el origen en un avasallamiento nacional debido a un interés del capital. Un conflicto que en esencia está forjado por el imperialismo y mantenido por el ansia depredadora del capital y las burguesías española y francesa así como la colaboracionista autóctona. Esto se traduce tanto ayer como hoy en la negación violenta de la autodeterminación vasca y el sometimiento no menos violento de la clase trabajadora a los dictados del capital.