domingo, 26 de fevereiro de 2017

«Veinte tesis heréticas»

[De Iñaki Gil de San Vicente] Han concluido las importantes e impactantes jornadas de HerriUnibersitatea. En base a lo aprendido en tres días de debates y conversaciones con la juventud revolucionaria, desarrollo aquí veinte tesis heréticas que giran alrededor de una idea central:

Las actuales direcciones político-sindicales, culturales, etc., del complejo entramado de medios de prensa, colectivos y organizaciones que forman lo que a grandes rasgos se denomina izquierda abertzale, están llegando al límite de su capacidad. A partir de este límite, se estancan primero y retroceden después porque las contradicciones siguen avanzando y les superan cualitativamente. La lucha de clases y dentro de ella la lucha de liberación nacional, responde a contradicciones básicas, objetivas y esenciales, que bullen al margen de la subjetividad si no está organizada revolucionariamente. La agudización de estas contradicciones va dando saltos: es lenta e imperceptible en períodos largos, pero brusca, intensa y desconcertante en momentos cortos y brutales.

Las formas superficiales de la lucha de clases varían en todo momento, siempre cambian de apariencia, se ablandan o endurecen y viceversa debido a una rica complejidad de circunstancias, que responden al final a la unidad y lucha permanente en las contradicciones del sistema. Mientras estas no sufren acelerones súbitos, en los periodos de «normalidad», las direcciones sociopolíticas pueden mal que bien estar a la altura de las circunstancias, pero se rezagan cuando la historia se acelera.

El distanciamiento creciente entre la velocidad de lo real y la lentitud o quietud de las direcciones cuando no su retrocesoal pasado, es efecto del inevitable agotamiento teórico, intelectual y generacional de una concepción sociopolítica nacida en una fase de la lucha de clases en extinción irreversible. En estas fases de tránsito, la juventud, mejor preparada de lo que despectivamente cree el poder adulto, se organiza para tomar las riendas de la lucha: Flora Tristán, Blanqui…; Bakunin, Jenny von Westphalen, Engels, Marx...; Rosa Luxemburgo, Lenin, Liebknecht…; Mao, Gramsci, Ho, Mariátegui, Durruti, Larrañaga, Dolores Ibarruri…; Amílcar Cabral, Ché, Fidel Castro, Sendic, Lumumba…; Txabi Etxebarrieta, Argala, Ángela Davis… Las direcciones adultas se resistieron a reconocer la valía de la juventud: los insultos de Kautsky a Rosa Luxemburgo. Muy pocos revolucionarios impulsaron la libertad de autoorganización y crítica de la militancia joven, Lenin fue uno de ellos.
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Volvemos así a la tesis arriba expuesta: la militancia joven debe ir tomando la dirección. / LER: lahaine.org