sábado, 22 de outubro de 2011

«Amnistía»

Durante años, un sector de la sociedad vasca ha reivindicado los derechos fundamentales de los presos como si estuvieran pidiendo la luna. Y, sin embargo, pedían cosas lógicas. Un síntoma de la enfermedad crónica de ese modelo español. Hoy nos cuentan, empezando por la señora Mendia, portavoz del lehendakari López, que la culpa de la degradación no es del llamado «Estado de derecho», sino de ETA. Delirante. ETA pedía más democracia, ergo el Estado que la combatía tenía, por despecho, que negarla. Pisarla. Retroceder a la época del conde de Montecristo.

Ese sector, familiares, amigos, gentes de bien, señalaba que los derechos humanos son de aplicación universal. La respuesta, la claridad se agradece, era y ha sido sintomática. Con ETA profesando actividad, nada era posible en el terreno de los derechos humanos de los presos y su entorno. Es más, todos los que cruzaron la línea penal en el ejercicio de su actividad contra ETA eran sistemáticamente absueltos. No había neutralidad. Como han escenificado uno tras otro: «O conmigo o con ETA».

ETA ha manifestado su decisión de apartarse del camino. ¿Serán desde ahora los derechos humanos universales? ¿Se castigará a un torturador con el rigor exigido? ¿Los tribunales de excepción marcarán el calendario político? ¿Violará la intimidad de un preso el diario cuya acción en bolsa es más barata que su precio en kiosco al publicar la carta a su hijo? / Iñaki EGAÑA, historiador
Ler / irakurri: boltxe.info

Outras leituras:
«ETA, medio siglo en la centralidad política», de Iñaki EGAÑA, historiador (Gara)
ETA nació a mediados de 1958 a partir de un grupo de jóvenes estudiantes que en diciembre de ese mismo año dieron el nombre a su nueva organización: Euskadi Ta Askatasuna. Donostia y Bilbao fueron los centros de procedencia de un movimiento abertzale exclusivamente masculino, como lo eran la mayoría de grupos de la época. Algunos de sus militantes profundamente religiosos, otros no tanto, estudiosos de la historia, alguno que otro marxista, ávidos por hacer algo en medio del desierto.

«A los que nos dieron su tiempo», de Amparo LASHERAS, jornalista (Gara)
Se abren nuevos tiempos, nuevas etapas de lucha y compromiso de los que se hablará mucho, en los que habrá que trabajar, dialogar, pelear, llorar, reír y ganar. Para hacerlo tenemos el tiempo que otros nos dieron.

«Estaremos a la altura», de Borroka Garaia (lahaine.org)
Que sepan el estado español, el estado francés y toda la reacción que aquí no se rinde ni dios.

«Un poco de humor», de Maite SOROA (Gara)
En un momento tan trascendental y esperanzador como el que vive Euskal Herria, no viene mal un poco de humor. Expresión de una triste actitud, pero humor al fin y al cabo, el de quienes han hecho del enfrentamiento armado el principal filón de su negocio.