terça-feira, 10 de novembro de 2015

«El Parlament de Catalunya empieza la desconexión de España»

El pleno del Parlamento de Catalunya ha aprobado la declaración de inicio del proceso de independencia con 72 votos a favor, 63 en contra y ninguna abstención.
Uno de los puntos destacados del texto aprobado es el que avisa que ni el Parlament ni el proceso de desconexión democrática se supeditarán a las decisiones de las instituciones del Estado español y en particular del Tribunal Constitucional.

La portavoz parlamentaria de la CUP, Anna Gabriel, se ha dirigido al gobierno español, al ejército y a los tribunales per decirles: «Si nos miran a los ojos, sentiréis los latidos, veréis un pueblo alegre, vivo y combativo que se esfuerza en poder ser. No veréis ni golpistas ni partidarios de autoritarismo ni imposiciones». Gabriel ha definido la resolución como un acto «íntegro de soberanía, democracia, dignidad y ruptura» frente a la «imposición españolista […] y el fundamentalismo constitucionalista, la legalidad hecha búnquer». Ha hablado de un «nuevo capítulo de la historia» y ha pedido que la mayoría no se convierta en «adhesión pasiva».

He aquí el texto de la declaración independentista: (boltxe.eus)

«El no al ALCA una década después», de Agustín LEWITT (Sanduzelai Leningrado)
Tras varios años de acumulación y beneficios claros para las mayorías populares, con un contexto internacional, además, que aportaba condiciones importantes para esa recuperación y que ahora ya no tanto, el escenario se presenta hoy cuanto menos complicado. Sin caer en tremendismos, empezamos a abandonar la década ganada para adentrarnos sin respiro a una década que –anticipándonos– podríamos llamar en disputa. En ese porvenir, recordar aquellos días de noviembre de 2005 resulta fundamental para continuar, como dijo Chávez ante un estadio mundialista colmado, «no sólo con la tarea de seguir enterrando al neoliberalismo, sino empezar a parir una nueva historia».