tanto las elecciones como el trabajo institucional son herramientas al servicio del proyecto y no un fin en sí mismo, ni siquiera un instrumento privilegiado. Pero haciendo el «análisis concreto de la situación concreta», hemos de admitir que, a pesar de las limitaciones impuestas, unos resultados electorales contundentes y una presencia muy importante de electos de nuestra candidatura, EH Bildu, puede y debe facilitar el activar el desarrollo de los otros instrumentos de intervención política esenciales en un proceso posiblemente largo y difícil (no hay que negarlo) hacia la conquista del poder político por la clase trabajadora. (insurgente.org)
«Mi voto a EH Bildu», de Borroka Garaia (BorrokaGaraiaDa)
Una masa popular en alza es precisamente lo que en el 21-O estará encima de la mesa. Y todas las y los revolucionarios abertzales deberán golpear donde más duele ese día estratégicamente al estado en el proceso de liberación nacional y social: Con la papeleta de EH Bildu.
«Por qué no voy a votar a EH Bildu», de Iñaki ERRAZKIN (eztabai.net)
Como anuncio en el título, el domingo 21 de octubre no voy a votar a EH Bildu. Quiero explicar por qué.
«Sin derecho a decidir y sin política propia de empleo, no hay solución para la pobreza», de LAB Sindikatua (boltxe.info)
En este momento de negación progresiva de derechos sociales y laborales, así como de desmantelamiento de los servicios públicos, el capital ha hecho de la pobreza y del empobrecimiento progresivo de la sociedad una apuesta estratégica para poder proteger mejor sus intereses de clase:
«Tareas del nuevo gobierno bolivariano», de Luis BRITTO GARCÍA (pakitoarriaran.org)
El nuevo gobierno bolivariano debe vencer el 26,7% de pobreza que resta. Articular movimientos sociales fundados en la solidaridad más que en la redistribución.