[Texto lido no final da manifestação convocada pelo Movimento pró-Amnistia e fotos da mesma] Oier nunca se rindió. A pesar de los chantajes, se mantuvo digno en sus convicciones y se ha ido con la cabeza alta y orgulloso de su militancia política. Gracias a la presión popular, en 2017 le suspendieron la condena que tenía impuesta en Francia y pudo vivir en Baiona para ser tratado en mejores condiciones de su enfermedad. Pero aun padeciendo una enfermedad grave e incurable no pudo regresar a Gasteiz para pasar sus últimos días cerca de su familia y amigos. Tanto el Estado Francés como el Español y el Portugués lo vigilaban de cerca por si mejoraba, para volver a encerrarlo. Por ello, queremos recordar que Oier ha fallecido como un represaliado político y no en libertad.[...]
Y no puede haber medias tintas en la resolución de las consecuencias de un conflicto político. O se solucionan las razones por las que esos militantes políticos se unieron a la lucha o el conflicto será eterno, la lucha seguirá y las consecuencias también. Amnistiarik Gabe bakerik ez! / VER: amnistiAskatasuna
Ver tb.: «Dos manifestaciones y un grito unánime por la libertad de los y las represaliadas políticas gravemente enfermas» (halabedi.eus)
