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Dicho esto, queremos expresar con claridad que, como familiares, no le debemos ninguna petición de perdón a nadie, que no aceptamos haber aumentado el dolor de las víctimas de ETA, y que denunciamos el trabajo de lobby realizado por algunas asociaciones de víctimas de ETA para empeorar nuestra situación. No aceptamos ninguna responsabilidad que no nos corresponda y menos para contentar los deseos insaciables de aquellos que destrozan las condiciones de vida de nuestros familiares y las nuestras. Asimismo, nos reafirmamos en el compromiso de seguir al lado de las personas a las que queremos por encima de todos los chantajes y todas las amenazas. ¡Nuestra dignidad no está en venta! (lahaine.org)