
Merece la pena recordar que la suma de los recortes y de la puesta en marcha de los hospitales de financiación pública y gestión, y negocio privado, supusieron para la sanidad pública madrileña el cierre de alrededor 2000 camas y la pérdida de 5.000 trabajadoras y trabajadores sanitarios. La sangría económica que ocasionan estas empresas parásitas - en su mayoría sociedades de capital/riesgo - para una sanidad pública ya enormemente deficitaria en condiciones normales es tal, que se calcula que cuando venza su contrato se habrán embolsado seis veces la inversión realizada. (redroja.net)