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Existe un hecho diferencial vasco en relación a casi toda Europa. Euskal Herria es una de las pocas zonas de Europa donde los perros de presa del capital que abiertamente actúan y defienden el fascismo solo pueden ir en uniforme porque socialmente son repudiados en extremo. Esto no ha venido caído de un guindo sino porque las bases fascistas de calle fueron barridas tras una dura lucha en los 70/80 y mantenida la alerta en las décadas posteriores. De ahí que los grupos fascistas, que «haberlos haylos», estén ultraclandestinizados y no tengan apenas ninguna capacidad operativa para desplegar lo que en otros lugares se llaman «las cacerías» y actuaciones similares de castigo contra la clase obrera y sus sectores más vulnerables que son el apoyo del capitalismo y sus represión para llegar a lugares donde no pueden ejercer influencia directa. (BorrokaGaraiaDa)