[De Borroka Garaia] El fascista Ynestrillas (pionero de la «izquierda tricornio») fue también uno de los pioneros modernos en eso de ir en autobús a Euskal Herria a hacer el paripé escoltado por la ertzaintza. Ninguna organización revolucionaria vasca tuvo tantas facilidades y protección para realizar actos. Al contrario, los mismos que le protegían eran los que luego prohibían manifestaciones o las reventaban con mil y una cargas, y después encima se quejaban del que se defendiera. Sin embargo, ante el fascismo y sus proclamas siempre se ha hecho la vista gorda institucional en Euskal Herria poniendo la alfombra roja para que el fascismo pueda campar a sus anchas por nuestras calles impunemente.
Existe un hecho diferencial vasco en relación a casi toda Europa. Euskal Herria es una de las pocas zonas de Europa donde los perros de presa del capital que abiertamente actúan y defienden el fascismo solo pueden ir en uniforme porque socialmente son repudiados en extremo. Esto no ha venido caído de un guindo sino porque las bases fascistas de calle fueron barridas tras una dura lucha en los 70/80 y mantenida la alerta en las décadas posteriores. De ahí que los grupos fascistas, que «haberlos haylos», estén ultraclandestinizados y no tengan apenas ninguna capacidad operativa para desplegar lo que en otros lugares se llaman «las cacerías» y actuaciones similares de castigo contra la clase obrera y sus sectores más vulnerables que son el apoyo del capitalismo y sus represión para llegar a lugares donde no pueden ejercer influencia directa. (BorrokaGaraiaDa)
segunda-feira, 15 de abril de 2019
«Los herederos del bombardeo de Gernika, los fascistas de hoy»
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