
Pasan los años, y la cruda realidad pone una y otra vez sobre la mesa que no hay paz posible en el sistema capitalista, basado en la opresión la clase trabajadora. Las luchas contra el cierre de empresas y los despidos, las movilizaciones y ocupaciones para hacer frente a la problemática de la vivienda, las manifestaciones contra las pensiones de miseria, las movilizaciones contra la opresión de la mujer trabajadora, las redes de ayuda a los inmigrantes que huyen de la miseria creada por el imperialismo, las luchas por poder vivir en euskara… son luchas del día a día que vemos en nuestras calles, expresiones concretas de la dominación general de clase, y que ponen de manifiesto la necesidad de responder a esta dominación de forma integral. / Ler: lahaine.org