domingo, 12 de janeiro de 2020

«Memoria histórica: cuando el fascismo es la pescadilla que se muerde la cola»

[De Juan Manuel Olarieta] Esos antifascistas plantean el problema del revés: un Estado (y un país) no se democratiza a golpe de leyes, juicios y sentencias. Es más, si este Estado fuera democrático, no serían necesarias leyes, ni juicios, ni sentencias porque en todo pleito hay dos partes y en un país democrático no es posible un juicio sobre la memoria histórica en el que alguien defienda a la otra parte: al fascismo. (lahaine.org)