Los temores a un nuevo viernes negro en Gaza, debido a las amenazas y al despliegue militar del régimen israelí, se vieron correspondidos por la respuesta armada del Ejército terrorista. Al menos diez palestinos —uno de ellos de 16 años, y a los largo del día la cifra irá creciendo, como ocurrió el viernes pasado— murieron ayer por disparos de los matones.
Según fuentes del Ministerio de Salud de Gaza se contabilizaron 1.100 heridos, de los que 293 presentaban impactos de bala de plomo. Unos 30 heridos se hallaba anoche en situación crítica. El 30 de marzo, en la primera jornada de seis semanas de protestas, fallecieron 21 palestinos y 2.000 resultaron heridos, de ellos 800 de bala. (lahaine.org)