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Fue una estrategia de estado totalmente entroncada en la estrategia global contra Euskal Herria y el MLNV que lleva en activo desde incluso mucho antes del mismo surgimiento de este movimiento y continúa a día de hoy. El hecho de en un momento dado elegir unas siglas o contratar mercenarios responde únicamente a la necesidad del estado de ocultar su violencia. De separarse de ella como si fueran autónomas para no perder una supuesta credibilidad democrática. Guardar las apariencias. (BorrokaGaraiaDa)