[De Josemari Lorenzo Espinosa] No se si atreverme a decir (por no estropear el día a alguien) que entregar o no entregar las armas, no tiene demasiado importancia. O si la tiene, es solo simbólica. Supuesto que ETA lo ha dejado, desde hace años. Supuesto que yo (y muchos yo) creemos que su renuncia es cierta…Lo que queda: disolución y desarme, es secundario.
Tan secundario, que no acabo de comprender por qué alguién (quién?) ha montado tal parafernalia, tanto espectáculo que roza el surrealismo. Y por qué nadie sospecha algo, cruza los dedos o se extraña del alborozo político de algunos de nuestros mejores enemigos de siempre.
Hace poco hablaba con un antiguo militante. Lo llamaré I. Para mi, I. es uno de los principales activistas del primer periodo armado de ETA. I. estaba (estábamos) de acuerdo en que si no se había podido ganar la guerra militar, lo lógico sería dejarla. Es decir, no volver a usar las armas. No volver a disparar. Y si este era el criterio de ETA… pues nada que oponer. (BorrokaGaraiaDa)