[De Iñaki Urrestarazu] En efecto, la campaña en favor de los refugiados está siendo utilizada para cubrir y disolver las responsabilidades de los verdaderos causantes de esta tragedia, que son las potencias que están impulsando las guerras imperialistas de acoso y destrucción.
Unas guerras en las que los dos bandos no son iguales, unos son los que agreden y otros los que se tienen que defender, unos son los que crean las guerras y otros los que se ven obligados a defenderse de los ataques.
Las guerras no surgen sin más ni más, porque sí. Las guerras las crean fundamentalmente las potencias que quieren dominar el mundo, que quieren hacerse con todos los recursos y riquezas, que quieren a todo el mundo postrado a sus pies, que no admiten competidores, ni países que no sigan sus dictados y que no se plieguen a sus intereses. Las crean las potencias que se autoproclaman los dueños y gendarmes del mundo. Y las crean quienes quieren imponer unos modelos económicos, sociales y de vida, los que corresponden a sus intereses, embadurnados de supuestos valores democráticos y de libertad.
No vale con decir «no las guerras», hay que decir «no a las guerras imperialistas», señalando claramente con el dedo a los causantes de las mismas a la vez que denunciando a estos causantes y extendiendo nuestra solidaridad y apoyo a los agredidos, para que se puedan liberar de las garras de los agresores. Esta solidaridad será la que también cree la vacuna para evitar nuevas guerras de acoso. (lahaine.org)