
A través de esas líneas queríamos alertar a las personas ingenuas que se ilusionan pensando que con cada cambio de gobierno van a cambiar las cosas, de la falta de consistencia de sus esperanzas. Recordábamos que esos cambios de partido gobernante – producidos más o menos cada ocho años desde la Transición – han traído escasísimas y efímeras mejoras y brutales empeoramientos progresivos de las condiciones laborales y sociales, esos sí perdurables.
Y la razón fundamental, más allá de traiciones y engaños – que también – es que han cambiado las caras y las siglas de los gobiernos, pero no la clase social que detenta el poder. (redroja.net)