
Nuestros compañeros gravemente enfermos han dado lo mejor de su vida por Euskal Herria durante largos años, y a nosotros nos toca demostrar que no les vamos a dejar tirados en el camino. A nosotros nos toca mostrar que la situación de Aitzol, Txus, Ibon… y otros presos gravemente enfermos no es una lucha personal de ellos, sino que además de ofrecer solidaridad y apoyo debemos demostrar que su vida es también la nuestra. (Resumen Latinoamericano)