[De Manuel Navarrete] Hay momentos en los que toca ponerse (políticamente) antipáticos y denunciar algunas verdades, pese a quien pese en el seno de «la izquierda» española. Durante años, ellos nos dijeron que Venezuela era «el modelo» porque había allí un parlamento pluripartidista con representación de la oligarquía. Nosotros, que para nada consideramos tal esquema de organización estatal «el modelo» ni ninguna verdadera «democracia» (lo reconocemos: venimos de tradiciones desacomplejadamente pro-cubanas); nosotros, que, de hecho, no hemos sido nunca apologetas de la demo(banco)cracia occidental burguesa, hemos defendido a Venezuela en todo momento y, por supuesto, lo seguimos haciendo. Así: sin ambigüedades, y cada día más.
Pues bien, resulta que quienes producían todo tipo de teorizaciones más o menos espurias para ensalzar esquemas como el «Socialismo del siglo XXI» ahora vacilan y juegan a la equidistancia, adoptando una posición que hace muy poco tiempo nadie habría aceptado y que ahora (como la rana que ha sido calentada a fuego lento y, por ello, nunca ha llegado a saltar) muchos han naturalizado. (lahaine.org)