
A la hora de adjudicar frases y visto lo visto, el «os engañan como a vascos» tiene muchos boletos para afianzarse.
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Mientras tanto el regionalismo comanda la CAV y está a la cabeza del gobierno de Nafarroa. La clase burguesa vasca se atrinchera en sus privilegios intocables que precisamente emanan del regionalismo autonómico y la clase trabajadora, en recesión brutal, sin referentes claros actuales ante todo este montaje, por ahora es incapaz de quebrar el engaño. Al mismo tiempo, el apoliticismo se refuerza en la sociedad vasca, el independentismo se retrae para la acción, y la desafección hacia el partidismo institucionalista y a la política profesional crece cada día. La deriva institucionalista del soberanismo, la ve ya todo el mundo menos, evidentemente, los responsables de ello. (BorrokaGaraiaDa)