[De Edward Curtin] Por ende, la oposición a los comentarios agresivos de Trump en relación a la vagina era un apoyo implícito al «feminismo» de Clinton y Obama. En otras palabras, era apoyar a un hombre y una mujer que no hablaban públicamente de manera agresiva acerca de los genitales de las mujeres, pero cometían acciones misóginas y misandrias al matar a miles de mujeres (y hombres y niños) en todo el mundo, y lo hacían con armas con formas fálicas.
Trump probablemente seguirá su ejemplo, pero esa posibilidad no fue el ímpetu para estas marchas. Las marchas se centraron en el lenguaje misógino y machista de Trump, y sus amenazas de limitar el acceso de servicios de salud para las mujeres, como la planificación familiar y el aborto.
Puesto que las mujeres que marcharon recientemente no lo hicieron contra Obama y Clinton, su secretaria de Estado, mientras mataban extranjeros (otros) y Clinton se regocijaba por la matanza sodomizada de Muammar Gadaffi, está bastante claro que el enfoque de su molestia fue una especie de indignación personal frente a los comentarios ofensivos de Trump. (Misión Verdad)
«"Trump will be a disaster for the US working class" – Interview with Zoltan Zigedy» (In Defense of Communism)
ZZ: The anti-Trump movement is complex and contradictory. On the one hand, it has produced demonstrations and marches unprecedented in size. It has brought many people with no previous engagement with activism into the streets. The movement has shown some resilience and sustained passion.
On the other hand, it has yet to surface any advanced positions. It has drawn mainly from the white, urban middle strata. It’s leadership has been moderate and centrist. And it has lacked working class leadership and the embrace of working class issues.
Some see the not-so-hidden hand of the Democratic Party and its enormous resources actively hijacking the anti-Trump movement.
Still others sense a whiff of Maidan and the Color Revolutions in the anti-Trump mainstream media hysteria, the activities of George Soros, and the intervention of US security services in recent politics.
Nonetheless, the mass actions offer an occasion to engage those new to or returning to activist politics. Like the earlier «anti-globalization» movement, the Occupy Movement, and other movements hostile to organization and ideology, it is up to Marxist-Leninists, our friends, and allies to liberate as much of this political development as we can from opportunism or hijacking.
domingo, 12 de fevereiro de 2017
«Orígenes del "feminismo" rosa contra Trump»
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