La enconada controversia que mantiene el reformismo con los defensores de la necesidad de lo radical ha solido resolverse con medidas burocráticas en el seno de las organizaciones, sin faltar el recurso a la represión cuando la izquierda adquiría fuerza y era conveniente reintroducirla incluso a golpes en la cuadra del orden. Pero estos métodos son una parte del flexible sistema burgués de coacción y consenso, en el que juegan un papel vital las industrias educativo-académica y político-mediática con su plomiza y masiva presión ideológico-conformista, por ejemplo la moda postmoderna, citando un caso [...]
La izquierda busca desde siempre la activación la voluntad de saber, de conocer la realidad y de transformarla. La izquierda siempre ha pensado sobre cómo recuperar la radicalidad que tras un momento de fulgor tiende a ser engullida en la «normalidad». Hasta el presente sólo se ha encontrado un método válido, la praxis: la dialéctica entre hacer y pensar, entre práctica y teoría. A medio plazo uno sin otro no sirve para nada. (lahaine.org)
«Víctimas de lo cotidiano», de Alfredo REMÍREZ (BorrokaGaraiaDa)
Me meten en un cuarto, miro hacia un lado y observo un listín de páginas blancas en la mesa, en un cuarto sin teléfono. De nuevo un objeto cotidiano, y ahora ya en desuso, me vuelve a aterrar. Cuantas veces he oído el relato del uso que le daban las fuerzas de seguridad a esos listines. Escaleras, listines, bolsas de plástico, bañeras….objetos cotidianos, como la tortura, que sin haberla padecido, se de su existencia.