[De Borroka Garaia] Y por supuesto, serán las mujeres de la extracción social más baja las que harán de incubadora. Pues de manera altruista nadie se deja explotar. Por lo que «el derecho» de una familia adinerada a transmitir sus genes está por encima del derecho real de un niño o niña abandonada a ser cuidada. Y será la clase trabajadora más deprimida, que por desgracia en ocasiones se ve abocada a abandonar sus hijos e hijas, la encargada precisamente de transmitir los genes de la élite de la clase burguesa que ya rechaza, gracias a la tecnología, adoptar a los hijos e hijas de la pobreza. En caso de que los óvulos no los aporte la pareja adinerada que solicita el vientre, aparecen los hijos e hijas a la carta, como si se confeccionara un personaje hecho a medida, también por supuesto marcado por la misma ideología.
Algunos llamarán a esto «libertad». De hecho también se le llama en algunos círculos a la explotación «libre mercado». [sublinhado nosso] (BorrokaGaraiaDa)