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Debido a las guerras mundiales y especialmente a la guerra imperialista de los Estados burgueses se produjo la segunda distorsión histórica. Terrorismo ya no sería asociado con la guerra que hacen los ricos (las acciones terroristas serían consideradas de guerra) sino con la que hacen los pobres que su guerra pese a que no contara con acciones terroristas sería considerado siempre terrorismo. En cualquiera de los casos lo que aquí subyacía era el control del monopolio de la violencia. El que estuviera en control «hacía la guerra» y el que se le oponía «terrorismo». (BorrokaGaraiaDa)