No es que tengan nada malo las fantasías eróticas. Al contrario. El problema es que mientras siga siendo solo una fantasía no traspasará la nebulosa de los sueños.
Ya decía Lenin que es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños. De examinar con atención la vida real, de confrontar nuestra observación con nuestros sueños, y de realizar escrupulosamente nuestra fantasía. (BorrokaGaraiaDa)