No soy teleadicto, pero todos los días, todos, enciendo el aparato y repaso los agujeros negros, uno, dos, tres y cuatro, en que han convertido los canales de EITB, apagados desde mayo. Y como miles de navarros y navarras, sigo estupefacto. ¿Será posible lo que NO estoy viendo? me pregunto. Y sigo a la espera de que «alguien», en no sé qué despacho, me lo solucione. Pero como no puedo seguir con la cara de gilipollas que se me ha quedado, descargo algunas opiniones.
*El cierre de las cadenas, después de 30 años de captación y amplia audiencia, es un insulto a la ciudadanía. Es tratarla como a niños. Es hurtarle el derecho de acceder a medios públicos que pagamos entre todos. Es un ataque directo al artículo 19 de la Declaración de Derechos Humanos, que proclama el derecho de la ciudadanía a acceder a todo tipo de información. Es un acto que hiede a fascismo. A UPN-PP. Exige por tanto una respuesta contundente. / Ler: lahaine.org