[Julio Andrés Capey] Con la orden dictada el pasado domingo desde La Habana por el líder de lasFuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Rodrigo Londoño -Timochenko-, se hacía oficial el «cese al fuego definitivo» de la guerrilla y su transformación en «movimiento político».
La noticia del «Acuerdo de Paz», que realizaba también unos días antes el presidente colombiano Juan Manuel Santos, ha sido acogida con parecido beneplácito tanto por los grandes medios de comunicación y gobiernos derechistas, como el de Mariano Rajoy en el Estado español, como por la mayor parte de la izquierda internacional.
Existen, no obstante, algunos factores políticos de peso que, desde el punto de vista de los intereses de las clases populares colombianas y del conjunto de la región, obligan a cuestionar una visión triunfalista del acuerdo. / Ler: lahaine.org