La muerte de Cabacas es un asesinato «oficial» que no se ha querido reconocer por parte de Lakua. La ertzaintza es culpable de sus agresiones gratuitas contra la población que paga sus bien remunerados salarios y que, con la chulería e impunidad que corresponde a todo cuerpo policial, atacan con placer y prepotencia todo tipo de órdenes de sus mandos.
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Es triste que, con lo que ha llovido, la policía y los funcionarios todavía hoy sigan mintiendo tan impunemente, inventando partes, que sus informes sean cuentos tétricos redactados para castigar gravemente al ciudadano, sobre todo si eres rebelde, destinado a endosarles años de cárcel o multas económicas. Estado policial. Esto que pasaba y pasa con la poli y la guardia civil pasa también con la ertzaintza. Triste, pero es real. Y sus compañeros igual allí que aquí, como sus mandos y sus jefes de partido. Nítido ejemplo Iñigo Cabacas. Sus responsables políticos apoyan sus cuentos de defensa y justificación, quizá hasta les azuzan para que sigan con el cuento. / Ler: lahaine.org